Saliendo un poco de los usuales personajes de Marvel y DC, hoy vamos a encargarnos de alguien diferente. A pedido del buen Carlos Portillo, vamos a transportarnos a una galaxia muy muy lejana para poder analizar a uno de los personajes más interesantes de una de las sagas más grandes del mundo. Anakin Skywalker es un personaje super atrayente al que se le ha dedicado muchísimo tiempo, tanto en la pantalla grande como en la chica para desarrollarlo de manera más acabada, dando vida a uno de los psiquismos más complejos de un personaje ficticio. Ateniendonos a la saga principal, las películas de George Lucas, vamos a realizar un breve análisis del personaje de Anakin Skywalker hasta llegar a su caída lado oscuro.
Anakin Skywalker, un niño de 9 años del planeta Tatooine, fue vendido como esclavo junto con su madre, Shmi Skywalker, para trabajar para un chatarrero llamado Watto. En lo que respecta a su padre, Shmi le comenta a Qui-Gon que Anakin no tuvo padre, lo que le hace sospechar que Anakin es hijo de los midiclorianos, que son organismos vivos fuertemente ligados con la fuerza. A esta altura, no es un secreto que la saga de Star Wars se ha inspirado en varias religiones tales como el Catolicismo como el Buddhismo para el desarrollo de sus personajes. La analogía de Anakin con la figura de Cristo, naciendo de una madre virgen así como teniendo el status de elegido, aunque posteriormente cayendo frente a la tentación del lado oscuro.
Es un niño muy inteligente y maduro para su edad. Parecería tener una personalidad dentro de todo sana, una madre que le ha dado el cariño necesario y amigos con quienes compartir la compleja situación de esclavitud. Esta última no es una situación menor, ya que ha hecho que el pequeño Ani viva preocupado por la única persona en el mundo que tiene, su madre. Como es de esperarse, Anakin vive pendiente de su madre, y teme por su bienestar. El concepto de muerte suele aparecer entre los 5 y 7 años, pero es a partir de los 8 y 9 que este concepto empieza a tener una representación real en el psiquismo, pudiendo causar los primeros miedos al hecho en sí. Este temor a la muerte experimentado por Anakin, primero aparece ligado a su madre como una idea que queda fijada en su interior cuando va creciendo, y va a marcarlo toda la vida, guiándolo por el camino hacia el lado oscuro. Varias veces en estos videos hemos mencionado la importancia tanto de factores individuales como ambientales en lo que respecta a la formación de la personalidad. El ambiente peligroso y solitario en el que Ani fue criado, así como una propensión individual al miedo y al enojo, se fueron retroalimentando, creando al muchacho que vemos posteriormente, en la guerra de los clones, tanto en la segunda película como en la serie animada, en la que a través de las temporadas empezamos a notar un cambio en la personalidad de Anakin.
Anakin es un personaje culposo, con un super-yo sádico que no lo deja vivir con la culpa de haber dejado a su madre como esclava en manos de Watto. Dicha culpa se ve reflejada en sus múltiples sueños. Muchos son los psicólogos que han intentado dar explicaciones de ¿por qué soñamos lo que soñamos? Y si bien no vamos a desarrollar en profundidad ninguna teoría en este video, si es cierto que los sueños suelen manifestar tanto cuestiones propias del inconsciente como aspectos propios de la vida diaria. La idea de la muerte empezó a fijarse en la mente de Anakin cada vez más y más, empezando con su madre, luego migrando hacia Padme y posteriormente, sí mismo.
Ernest Becker fue un antropólogo estadounidense que, influido por el pensamiento Freudiano y de Kierkegaard, escribió respecto de la negación de la muerte. Comenta que la muerte es uno de los terrores que acosa a los seres humanos como ninguna otra cosa. Afirma que la terrible ansiedad y desesperación que provocan los pensamientos sobre la muerte pueden llevar a conductas violentas, ya que sentir que uno es quien decide quien vive y quien muere otorga un sentimiento de control sobre la muerte. Algo hablamos ya en un video anterior, mencionando el concepto freudiano de hacer activo lo pasivo. Cuando Anakin experimenta el terror profundo por la muerte, decide ser el ejecutor de la tribu que había secuestrado a su madre. El miedo lo tiene tan paralizado, que es incapaz de elaborar psiquicamente lo que sucede, quedado estancado por años en un terror que solo lo lleva a querer controlarlo de maneras más y más violentas.
Muchos fans de Star Wars han analizado que en la Saga, una de las mayores diferencias entre los Sith y los Jedi tiene que ver con cómo cada uno lidia con la muerte. Los Jedi siguen una filosofia cuasi Budhista en la que la muerte es aceptada como parte de la vida ya que se tiene fe en la existencia de algo mayor, la fuerza, pero los Sith se encuentran atados al mundo material, queriendo controlarlo y poseerlo, buscando la inmortalidad a toda costa. Uno de los secretos mayores guardados de los Jedi, es que ellos ya han encontrado el camino a la inmortalidad, y la manera de hacerlo es aceptando la muerte física como un momento más del ciclo vital, uniéndose con la fuerza y siendo capaces de re aparecer en el mundo mortal cuando son requeridos. Pero los Sith nunca podrían soltar el control, porque son controlados por el miedo y la ira. Claramente no leyeron el libro de Inteligencia emocional de Goleman.
La negación de muerte es tan profunda en Anakin, que decide dejar de lado a su esposa, su maestro, su nombre, a los Jedi y a su libertad. Se convierte en un prisionero del miedo, e irónicamente, el personaje que busca evitar la muerte, termina estando muerto en vida.
Y no es fácil, todos nosotros tenemos que vivir este camino de aceptación de la muerte. Es lógico tener momentos de miedo, de incertidumbre y desesperación. Pero también debemos poder elaborarlos, trabajarlos y superarlos de la mejor manera posible, entendiendo a la muerte como un escalón más en la vida, que no necesariamente sea el último, o por lo menos, eso es lo que los Jedi nos enseñan. Ya que, por ahora, renunciar al poder y aceptar la muerte tal cual es, es la única manera de volvernos inmortales.
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